La conducta es la forma con la que se relacionan con el entorno y la visión de esta es clave a la hora de entender por qué los perros hacen lo que hacen. Entendemos la educación canina como algo que tiene en cuenta no solo lo observable, pretendemos siempre llegar a las emociones y funciones que derivan en comportamientos que, a veces, nos resultan incómodos en la convivencia.
Nuestra manera de trabajar queda lejos de métodos aversivos y del método tradicional, tratando al animal de manera respetuosa.
Para nosotras, la figura de la persona que comparte la vida con un perro es la de un guía. La de un referente de calma. Nuestros perros nos observan, son capaces de percibir nuestras emociones y reacciones y estas, de algún modo, influirán en su gestión emocional.